PAÍS: Argentina
FECHA DE NACIMIENTO: 31 de octubre de 1896
FECHA DE FALLECIMIENTO: 15 de noviembre de 1944
APODOS: El Petiso Orejudo; El niño asesino de niños
NÚMERO DE VÍCTIMAS: 4
CARGOS JUDICIALES: Múltiples delitos de asesinato y tentativas
CONDENA: Sin condena
Bien, hoy tenemos una nueva biografía de asesinos en serie, recomendada por un lector de la web, al cual le agradecemos su gran aportación.
Tal y como podéis comprobar en la fotografía, a este asesino que era un crío, se le conocía como "El Petiso Orejudo", ya que las orejas que calzaba eran de auténtica impresión. Lamentablemente lo peor de esta persona, no eran sus feas orejas, si no algo mucho más feo que hoy vamos a redactar...
Cayetano Santos Godino "El Petiso Orejudo" nació el 31 de octubre de 1896 en Buenos Aires, Argentina. Considerado como el primer asesino en serie de la historia de Argentina, y uno de los mayores sociópatas de toda la historia del país sudamericano.
Pero como cualquier asesino tiene su historia, su modus operandi, etc, algo que vamos a redactar a continuación...
Sus padres eran inmigrantes italianos, con nombres Fiore Godino y Lucía Ruffo. El padre de Petiso, era un borracho y sin duda una muy mala influencia para su propio hijo. Contrajo sífilis se cree que con alguna prostituta, antes de que naciera nuestro pequeño protagonista de hoy en la web.
La llegada al mundo de Petiso, no fue todo lo buena que se hubiese esperado, ya que desde que nació fue un niño enfermizo, que incluso estuvo varias veces al borde de la muerte por enfermedades varias, entre ellas la más importante la enteritis, que viene a ser algo así como diarrea crónica.
Con un padre borracho y agresivo, y con problemas de salud importantes, Petiso no creció en un entorno halagüeño, por lo que la catástrofe como ser humano, estaba servida...
Si a esto le añadimos, que fue víctima de abusos de todo tipo y brutales por parte de su padre, Cayetano se iba a convertir irremediablemente, en "El Petiso Orejudo".
Paralelamente a él, creció su hermano, que no tuvo mucha más fortuna que él, ya que el pobre era epiléptico, además de un bebedor de alcohol empedernido como su padre.
Con este panorama totalmente desolador, y tras pasar por alguna escuela, Petiso acabó en la calle, vagabundeando.
Exactamente donde comenzó su carrera criminal, fue en los barrios de Parque Patricios y Almagro, en la ciudad de Buenos Aires.
Tras un par de "travesuras" con dos niños pequeños, a los cuales estuvo a punto de matar, Petiso realizaría el que sería su primer gran delito, asesinar vilmente a la pequeña de tan solo 3 años de edad, María Rosa Face, a la cual estranguló en plena calle, y la enterró bajo unas latas. Lo peor de todo es que la niña no estaba muerta, cuando Petiso la enterró, por lo que el sufrimiento de aquel angelito, sería terrible.
Su padre lo denunció días después de cometer su primer asesinato, por matar a varios pájaros, cadáveres que escondía bajo su cama.
Dos meses estuvo encerrado Petiso, pero fue puesto en libertad transcurridos dichos dos meses.
Petiso continuó con su carrera criminal, intentando asesinar a otro niño, al cual sumergió en un bebedero de caballos, con la intención de ahogarlo. El dueño del caballo, lo descubrió y salvó al niño en cuestión.
Tras este suceso, quemó con un cigarro los ojos de otro niño pequeño, al cual tampoco logró matar.
Sus padres volvieron a entregarlo a la policía argentina, con el fin de que fuese nuevamente internado, y así fue como él aprendió a escribir y a leer, en esa nueva temporada que se pasó recluido en un internado.
Nuevamente fue puesto en libertad, y se fue a vivir con sus padres, los cuales le buscaron un trabajo en una fábrica. A todo esto hay que decir, que durante esta última reclusión comentada, Petiso se endureció como criminal, y se volvió mucho más frío y calculador, que antes de entrar, por lo que a veces el remedio es peor que la enfermedad...
Tras durar solo 3 meses en la fábrica, volvió a las calles, para continuar delinquiendo, esta vez con mucha más fuerza si cabe...
A todo esto, comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, que dichos dolores le provocaban tanta furia, que le entraban más ganas de matar a quien se le pusiera por delante...
Un día provocó un incendio, el cual fue devastador, y hasta cuatro horas después de iniciarlo, los bomberos no lograron sofocarlo.
Tal y como él mismo siempre decía sobre los bomberos "me encanta ver trabajar a los bomberos, es bonito ver como caen en el fuego".
Más mala leche encerrada en un cuerpo pequeño, no se puede poseer!.
Arturo Laurora de 13 años de edad, sería su segunda víctima mortal, al ser hallado su cadáver tras denunciarse su desaparición, y él mismo apareció totalmente golpeado y semidesnudo, con un trozo de cuerda en su cuello.
Reyna Bonita fue quizás la víctima de Petiso que más sufrió, al ser quemada viva y morir 16 días después con una agonía terrible.
Cinco añitos tenía la pobre Reyna, a la cual le encendió sus ropas para que se fuese quemando poco a poco...
A todo esto Petiso continuó jugando con el fuego, y provocó varios incendios, sin víctimas mortales.
Varios intentos de asesinato más, sucedieron con el paso del tiempo, hasta que llegó a su cuarta víctima mortal, el niño de 3 años Gesualdo Giordano...
Al pobre Gesualdo lo engañó con la promesa de comprarle unos caramelos, a cambio de que le acompañara a un lugar apartado del mundanal ruido. El niño como es lógico accedió, y llegados al lugar, Petiso empujó a Gesualdo el cual cayó de espaldas. Seguidamente le puso una rodilla en su pecho, y apretó todo lo que pudo y más...
Posteriormente con su cinturón, se lo puso por el cuello, y comenzó a estrangularlo, y el pequeño en un forcejeo logró zafarse del intento de asfixia, para posteriormente ser atado de pies y manos por parte de Petiso.
El niño continuó resistiéndose luchando por su vida, y Petiso decidió ir en búsqueda de un arma contundente que acabara definitivamente con su resistencia. A todo esto, se encontró por casualidad con el padre de Gesualdo, al cual con total sangre fría, le dijo no haber visto al niño y le recomendó que fuese a interponer una denuncia por su desaparición, increíble...
Con un viejo clavo enorme y afilado, se lo clavó al niño utilizando una piedra a modo de martillo, para ahora si, dar muerte a Gesualdo Giordano, de tan solo 3 años de edad, clavándole dicho clavo en la cabeza.
Tuvo la sangre fría, con lo joven que era, de asistir al funeral del pequeño Gesualdo, y posteriormente declarar que "había ido al lugar no por pena, si no porque quería ver si todavía tenía el clavo en su cabeza".
Una historia sorprendente la de este muchacho totalmente perturbado y malvado...
Fue detenido por el asesinato de Gesualdo, y él mismo confesó los otros 3 crímenes.
Se le realizó el correspondiente juicio, y resultó absuelto ya que el juez consideró que él no era consciente de sus actos en el momento de cometer las atrocidades comentadas. Fue enviado a un hospital psiquiátrico, lugar en el cual intentó asesinar a dos enfermos. Por esto fue llevado definitivamente a la cárcel.
Diez años estuvo en una cárcel, hasta que en el año 1923, fue llevado a la denominada en Argentina como "la cárcel del fin del mundo", la conocida como Penal de Ushuaia. Allí fue donde le operaron las orejas, en una crisis mental que sufrieron todos juntos, buscando de una vez por todas acabar con la maldad de Petiso Orejudo. Creían los funcionarios, que su maldad estaba en las orejas, y por eso se las operaron, para hacérselas más pequeñas, pensando que así iba a ser un buen chico, qué barbaridad!...
Este descerebrado tuvo la osadía de solicitar su libertad, algo que obviamente le fue denegado, y los médicos de la cárcel, los cuales tampoco estaban muy bien de la cabeza, dijeron textualmente tras la solicitud de libertad de Petiso que "denegamos la solicitud de libertad, ya que Petiso es un imbécil, un perverso y muy peligroso para la gente que le rodea".
Finalmente Cayetano Santos Godino "El Petiso Orejudo", murió en el penal de Ushuaia.
Las posibles causas de su muerte, fueron dos, aunque no se sabe con exactitud que fue lo que realmente sucedió el 15 de noviembre de 1944, algo que tampoco es de importancia, tratándose de la pérdida de un ser tan despreciable como este...
Hay quien dice que murió de una enfermedad, y otros dicen que en realidad los reclusos lo asesinaron, ya que él mató a un gato que era la mascota de la cárcel, quemándolo vivo en una chimenea.
Este personaje aparte de ser completamente aterrador, no sabríamos ahora mismo realizar un perfil de todo su carácter, como solemos hacer siempre con muchos de los asesinos que aparecen a diario por la web.
Sinceramente es el caso más complicado que hemos realizado hasta el momento, dada la incomprensible actitud de "Petiso Orejudo" hacia el resto de semejantes.
Terrible.
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Gracias por la data, muy interesante el blog. ¡A seguir leyendo. la página! Saludos.
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