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miércoles, 11 de diciembre de 2013

ASESINO 89: Pedro Alonso López; biografía del "monstruo y depredador de Los Andes"

NOMBRE: Pedro Alonso López

PAÍS: Colombia

FECHA DE NACIMIENTO: 8 de octubre de 1948

FECHA DE FALLECIMIENTO: Actualmente vivo

APODOS: El Monstruo de Los Andes; El Depredador de Los Andes

NÚMERO DE VÍCTIMAS: más de 300

CARGOS JUDICIALES: Múltiples delitos de asesinato de menores de edad

CONDENA: 16 años de cárcel


Hoy estamos ante una historia de uno de los asesinos más brutales de toda la historia, no solo de Sudamérica, si no del planeta entero. Al mismo lo vamos a incluir en nuestra sección de "Asesinos Deluxe", como uno de los asesinos más famosos de la historia.

Como prólogo antes de comenzar con su historial sangriento, este sujeto dijo en su momento "yo siempre mataba de día, ya que de este modo podía ver como se le apagaba la luz de los ojos a las niñas poco a poco, hasta perder sus vidas".

Dicho esto, comenzamos y con fuerza!...

Pedro Alonso López conocido como "El Monstruo de los Andes", nació el 8 de octubre de 1948, en Colombia, en el departamento de Tolima. Creció en la más profunda miseria, e incluso jamás llegó a conocer a su propio padre, ya que él mismo falleció seis meses antes de nacer él, en una guerra.

Compartía casa además de con su madre, con 12 hermanos más, repetimos, en el seno de una familia con extrema pobreza.

Su madre ante la imposibilidad de poder dar de comer a todos sus hijos, se vio obligada a ejercer la prostitución en su propia casa, y con todos los niños delante de esas escenas, que como podréis entender, les resultaban de lo más vomitivo y violento.

Según contó él mismo aunque esto no está probado, la madre lo maltrataba tanto a él como a sus hermanos, y todo ello cuando ella descubrió que nuestro protagonista de hoy, comenzó a tocarle los pechos a una de sus hermanas, para conseguir su objetivo de mantener relaciones sexuales con la misma. Esto enfureció a su madre, y lo echó de casa.

Extrema pobreza y calle, una combinación verdaderamente explosiva...


Pedro se vio con 8 años en las peligrosas calles colombianas, que en aquella época tenían un índice de delitos de sangre muy elevado, tanto como considerado el país más peligroso de todo el planeta.

Desde esa edad, comenzó a mamar el crimen...

Poco tiempo después de estar vagando por las calles, Pedro fue "seducido" por un hombre, que en realidad era un pederasta repugnante, y para engañarlo utilizó la estrategia de ofrecerle un techo y un plato de comida caliente. Él aceptó, y en realidad el pederasta lo llevó a un edificio abandonado en el medio de la nada, y allí lo violó en reiteradas ocasiones, provocándole un desgarro anal por el cual casi perdió la vida.

Muchos años después y sin querer justificarlo con esto, Pedro aseguró que el motivo verdadero por el cual le había hecho las aberraciones a sus pequeñas víctimas, era simple y llanamente por "haber sufrido en mis carnes la violación propinada por una persona mucho mayor que yo, y por haber visto a mi madre copulando con todo el pueblo. Yo de este modo, he hecho sufrir a estas niñas lo mismo que sufrí yo cuando era un niño".

Esto evidentemente era una excusa, para excusar, y valga la redundancia, su monstruosidad imperdonable...

Pedro Alonso junto a su madre
Tras sufrir las brutales violaciones comentadas anteriormente, Pedro comenzó a delinquir en las calles de Tolima, utilizando una violencia inusitada para un niño de su edad, y obviamente se volvió muy desconfiado con todos sus semejantes.

Este "gamín", que así se conoce a los niños que vagan por las calles en Colombia, comenzó a formar grupitos con otros niños, para evitar ser violados. De este modo se defendían unos a otros, en caso de que algún pederasta abominable, se les acercara. Comenzó a consumir bazuco, una cocaína de muy mala calidad, muy común su consumo en gente sin recursos económicos, algo así como el pegamento...

Entre durísimas batallas callejeras, donde no faltaban las armas blancas, y entre durísimas condiciones meteorológicas, y comiendo comida literalmente de los cubos de la basura, Pedro tuvo la suerte de ser rescatado de las calles colombianas, por parte de unos ancianos americanos, que estaban de vacaciones por el lugar.

En esa época "Pedrito" sumaba 9 años de edad, y ya estaba situado en la capital colombiana, en Bogotá. 

Pero claro, esto le sirvió a Pedro por poco tiempo, dada la avanzada edad de la pareja de ancianos americanos, los cuales como era lógico fallecieron.

De este modo, y durante 3 años, Pedro comió caliente, se educó en un clima correcto, y lució limpio y saludable, sin embargo tuvo que volver a las calles...


Por si fuera poca la mala suerte de nuestro protagonista de hoy en la web, fue violado nuevamente por un profesor en la escuela donde estaba estudiando, y ante esta situación, y con doce años recién cumplidos, decidió comenzar a delinquir en masa para vengarse de la sociedad infantil y adolescente (¿qué culpa tenían ellos?), y su primer gran delito fue el de robar una cantidad muy importante de dinero, en el colegio, después de eso salió corriendo como alma que lleva el diablo, y volvió a las calles, y por ende, a la mala vida, de la cual nunca más se separaría.

Se hizo un auténtico experto en robo de coches, cuando ya era adulto o casi, y con lo que se sacaba iba sobreviviendo, por lo que ya no tenía necesidad de coger plátanos podridos de los cubos de la basura para alimentarse.

Con 21 años recién cumplidos, fue detenido por primera vez por las autoridades judiciales, y enviado a prisión durante 7 interminables años...


Sin embargo y antes de salir de la cárcel, Pedro fue nuevamente violado por dos presos, y por primera vez en su vida, descubrió que se sentía al matar a modo de venganza, ya que con un cuchillo de las cocinas de la cárcel, asesinó cortándoles el cuello de cuajo, a los dos presos que le habían violado en las duchas. 

Por este hecho, fue condenado a dos años más de cárcel, y le sirvió como atenuante el hecho de que supuestamente había actuado en defensa propia.

Posteriormente se fue labrando poco a poco, un asesino de tomo y lomo de los que hacen historia, a la altura de los Jack el Destripador, Chikatilo, etc...

Salió de la cárcel, y el odio hacia las mujeres jóvenes, y más exactamente hacia las niñas, ya era más que latente.


Su natal Colombia, Ecuador y Perú, fueron sus destinos elegidos, para hacer su particular "tour" de sangre de niña inocente, y a poder ser de raza indígena, una obsesión personal que tenía...

El perfil de sus víctimas, niñas de edades comprendidas entre los 8 años y los 13, precisamente coincidiendo en el tiempo, entre esas edades donde él sufrió las violaciones en su pequeño cuerpo.

Se calcula que en tan solo dos años, violó brutalmente, tanto vaginal como analmente, a niñas indígenas de Perú, en total a unas cien, que dicho país fue el primero que eligió para comenzar a escribir una de las páginas más sangrientas y crueles de la historia de la humanidad.

Sin embargo allí en Perú y antes de marchar del país, los conocidos como "Indios Ayacuchos", decidieron darle un severo correctivo, tras sorprenderlo intentando secuestrar a una niña de la zona, la cual hubiese pasado a engrosar su historia demoledora.

El castigo consistió en ser enterrado en arena, y posteriormente untarlo con miel, para que las hormigas se lo comieran vivo. Sin embargo, tuvo la suerte de que otra mujer mayor, y también americana de Estados Unidos, apareciera por el lugar, y lo rescatara alegando que lo iba a entregar a las autoridades.

Sin embargo, Pedro consiguió convencer a la mujer para que lo dejara libre, y según relató él mismo años después, confesó que no mató a esta mujer, no porque le hubiese salvado la vida, si no porque "era muy mayor, no me atraía para nada".


El modus operandi pues de nuestro asesino protagonista de hoy, consistía en hacer un seguimiento a la niña de turno, y cuando comprobaba que estaba sola, le ofrecía regalos, chucherías etc, para que ella se fuera con él, a un lugar lejano.

Prueba de que él era consciente en todo momento de lo que hacía, y por ende que no estaba loco como aseguraban muchos, incluso él mismo, es que cuando las niñas yacían en el suelo, tras ser violadas y acuchilladas atrozmente, siempre les cortaba las muñecas, para comprobar que la sangre no seguía bombeando, y por consiguiente comprobar que efectivamente las menores ya estaban muertas.

En un momento dado como diría el maestro Cruyff, Pedro confesó que siempre se le había quedado una espinita clavada como asesino en serie masivo, y dicha espinita fue el de capturar a una niña rubita de los turistas del lugar de turno, pero confesó que le había sido imposible, lograrlo siquiera una vez, ya que dichas niñas estaban muy bien vigiladas por sus padres.

En una entrevista dijo una frase, que finalmente le hizo muy famoso como un pedófilo de dimensiones dantescas, y es que a la pregunta sobre si violaba a las niñas solo por venganza o porque también le gustaba la "carne joven", este enfermo confesó que "porque si puedo comer pollo joven, no me lo voy a comer viejo, esto no tendría sentido".

Otra de sus frases más célebres fue "prefiero a las niñas de Ecuador, ya que son más dóciles y fáciles de engañar. Las niñas de Colombia, son más guapas, pero desconfían mucho de los extraños, y con ellas me costó mucho más, aunque también lo conseguí muchas veces, esto es para que me aplaudan".

Algunas de las pequeñas víctimas de Pedro
Los expertos que analizaron a este monstruo, dijeron que las causas reales por las cuales Pedro Alonso López cometía estos atroces crímenes, era porque las niñas representaban en su cerebro, la inocencia que él había perdido en su infancia, y tenía la fantasía que finalmente y desgraciadamente se convirtió en realidad, de arrebatar dicha inocencia, a dichas niñas, todas ellas como habéis podido comprobar, con caras angelicales y extremadamente inocentes. 

Un pederasta en definitiva, que actuaba no solo a modo de venganza, si no porque realmente le gustaban las niñas, y no las mujeres más adultas.

Por cierto, nunca fue demostrado que practicara la necrofilia con sus víctimas ya muertas, algo que él nunca ha confesado, y por ende podemos dar por hecho, que no era un necrófilo.

Muchos pensaron que si practicó dicha relación sexual con cadáveres, ya que sentía una gran veneración por la muerte, y bien es sabido que cuando llegaba al máximo climax durante las violaciones, era justo segundos antes de que la niña de turno muriera, por lo que casi casi, practicaba sexo ya, con las niñas estando muertas, pero aún así, los expertos nunca lo calificaron de necrófilo, hecho por el cual no lo añadiremos en nuestra sección de "necrofilia".


Este "sociópata", en todo momento sabía elegir a sus víctimas, las cuales eran muy pobres y varias de ellas sin familia, ya que si conseguía capturar a niñas de clase económica superior, los padres pagarían a los policías corruptos, para que los mismos comenzaran a investigar, y precisamente así fue como le dieron caza...

Un día nuestro protagonista de hoy en la web, cometió el grave error de realizar su habitual ritual de caza a una niña como cual depredador que se precie, pero en este caso eligió, sin él saberlo, a una menor que no era la de perfil habitual preferido por él: niña inocente y viviendo en la extrema pobreza. Si bien es cierto que aquella pequeña cumplía el patrón de ser indígena como el resto de niñas, no pertenecía al grupo de niños perdidos por las calles y sin tener un trozo de pan que echarse a la boca, ya que su padre era un comerciante con dinero suficiente como para poder comer todo el mes, y por ende mantener a su hija en estado óptimo de alimentación, educación, higiene, etc.

El padre de la niña, nos imaginamos que debió pagar a las autoridades policiales ecuatorianas, ya que los mismos comenzaron un proceso de investigación exhaustivo, tras conocer del caso de esta nueva niña asesinada, que engrosaba la macabra lista de Pedro Alonso López "El Monstruo de los Andes".

A todo esto los ciudadanos de los diferentes pueblos donde actuó este ser despreciable, daban por hecho que las desapariciones de las niñas, se debían a las mafias que se dedicaban a secuestrarlas, para posteriormente ponerlas a ejercer la prostitución.

Sin embargo el día que fue capturado, fue cuando no pudo contener sus ansias de abusar de otra niña que había visto, de 12 años de edad, la cual iba acompañada por su madre, y estaban comprando en un mercadillo.

No pudo contener sus instintos más oscuros y brutales, y se lanzó a tumba abierta a coger a la niña del brazo, y pegar un tirón para llevársela corriendo. La madre de la niña comenzó a gritar, y a pesar de sus intentos por huir del lugar, no lo consiguió y fue alcanzado por la gente que se agolpaba en el lugar.


Una vez ya se encontraba en dependencias policiales, Pedro se hizo el loco y no quiso soltar prenda sobre todas las atrocidades que había cometido, y como si de un milagro se tratara, uno de los policías, el Capitán Córdoba, se hizo pasar por un cura y ganarse de este modo la confianza de Pedro, para que confesara todos sus crímenes, y no veas si confesó!...

Pedro Alonso confesó, se lo soltó todo al supuesto cura Córdoba, y dijo haber asesinado a 110 niñas en Ecuador, 100 en Colombia, y más de 100 en Perú. La policía estaba atónita ante tales confesiones y ante la pasividad absoluta del asesino en serie, como si la cosa no fuese con él.

Los investigadores que no se creían todo lo que estaba confesando "el Monstruo de los Andes", le pusieron una prueba y le dijeron que les llevara a los lugares donde había cometido los asesinatos, y así fue...

Pedro por el camino, le comentó a uno de los agentes que "no se preocupe agente, yo ahora le voy a enseñar a mis muñequitas"... con esta sangre fría, Pedro les guió hasta un lugar donde había cavado una fosa, y donde se encontraban numerosos huesos de las menores, y algunos cuerpos todavía, en avanzado estado de descomposición.

Los agentes se encontraron lo siguiente...


Pero lo peor de todo estaba por venir, y es que se realizó el correspondiente juicio, y solo fue condenado por todos los asesinatos, a la pena de 16 años de cárcel. Era la pena máxima en aquella época que estaba legislada en Ecuador.

Una auténtica infamia de condena, y un insulto para la memoria de todas aquellas niñas, que sufrieron lo que no estaba escrito, en manos de este desgraciado.

Para más inri todavía, cumplió dos años menos de lo marcado, y quedó en libertad ante la indignación de toda Sudamérica.

En Colombia por su parte lo condenaron por el asesinato de dos niñas, aunque fue enviado a un psiquiátrico, ya que lo consideraron un demente.

En el año 1998, fue liberado, pagando una miserable fianza de 50 dólares...


Su madre ya anciana, pidió suplicando a las autoridades, que no lo dejaran libre, ya que tenía mucho miedo de que él fuese a matarla, y lo cierto es que no la mató, pero si fue a hacerle una visita, y le obligó a que vendiera sus muebles y su cama, para que posteriormente le entregara el dinero de esas ventas.

La anciana, tuvo que dormir el resto de sus días, en el suelo.

Desde entonces y hasta ahora, Pedro Alonso López está en libertad y en paradero desconocido, y se sabe que en el año 2002, la Interpol le siguió el rastro, ya que sospechaban que él estaba detrás del asesinato de una menor, la cual vivía en la localidad de El Espinal.

Quién sabe dónde estará este monstruo actualmente, y cuántas niñas más habrán muerto en cualquier parte del mundo, sin que nadie sepa que dichos asesinatos son obra de este psicokiller de tomo y lomo, que es ya nuestro asesino número 89 en la web.

¿Habrá cumplido "su sueño" de violar y asesinar a niñas rubias con cara angelical?; miedo da solo de pensar la cantidad de menores que hay con este perfil, por ejemplo en países como Rusia, que niñas vagabundas de estas características, las hay a montones.

Esperemos que este desgraciado esté muerto...

¡Mañana Más!
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4 comentarios:

  1. no eches agua sucia a rusia...
    att.. el ruso

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  2. Hay recompensa? Creo que hoy lo vi. Gordo y viejo, acompañado de una mujer embarazada mucho menor que él y una niña de tal vez de ochoa años, tal vez su hija. He visto su historia en más páginas, y concuerda el rostro y tal vez la edad. Si supiera la estatura la cuál ninguna página la describe, me quitaría esa duda. Y claro, si aún hay recompensa.

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