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domingo, 18 de agosto de 2013

ASESINO 52: El Doctor Holmes; biografía del primer asesino en serie de la historia

NOMBRE: Herman Webster Mudgett

PAÍS: Estados Unidos

FECHA DE NACIMIENTO: 16 de mayo de 1861

FECHA DE FALLECIMIENTO: 7 de mayo de 1896

APODOS: Doctor Holmes; Dr. Henry Howard Holmes; El Doctor Torturador; El Don Juan del Crimen

NÚMERO DE VÍCTIMAS: 27 y puede que más de 200

CARGOS JUDICIALES: 27 delitos de asesinato y múltiples de estafa

CONDENA: Pena de muerte


Nuestra historia de hoy está dedicada en cuerpo y alma a la figura del conocido como "Doctor Holmes", que para muchos está considerado el primer asesino en serie de la historia, y sin duda el primero en los Estados Unidos de América.

Cometió aparte de los delitos de asesinato, numerosas infracciones penales relacionadas con estafas a compañías de seguros y particulares, y varios intentos más de asesinatos, que afortunadamente no le salieron bien.

Comenzó siendo un simple "cazafortunas", y se convirtió en un psicópata de tomo y lomo, casi sin quererlo.

Sin duda un personaje que tampoco podía faltar en nuestra web...

Comenzamos!...

Herman Webster Mudgett nació el 16 de mayo de 1861, en la localidad de Gilmalton, en el estado de Nuevo Hampshire, en los Estados Unidos de América. Se crió en el seno de una familia honrada y trabajadora, los cuales al parecer no le sirvieron de ejemplo.

Desde muy joven mostró un sorprendente interés por las mujeres adineradas, preferiblemente atractivas, y de ahí que tiempo después se le conociera como "El Don Juan del Crimen". Además al tío se le daban bien las mujeres...

Con tan solo 18 años, se casó con una joven adinerada de nombre Clara Louering, y con dicho casamiento solo perseguía un objetivo: que ella le pagara sus estudios de medicina, y si no se los pagaba, robarle directamente el dinero. Al final sucedió la primera, y la chica se quedó completamente arruinada.

Clara fue la primera víctima de Holmes, en lo que a pérdidas económicas se refiere...


Cuando consiguió su objetivo de diplomarse en la Universidad de Michigan, nuestro protagonista de hoy en la web, abandonó a la chica, dejándola sin dinero y totalmente desamparada, la cual estuvo a punto de suicidarse. Posteriormente, se juntó a una viuda ansiosa de tener a un hombre al lado que le diera cariño, de la cual por supuesto, volvió a aprovecharse económicamente.

Ejerciendo ya como médico, Holmes puso rumbo su vida a Nueva York, para abrir una consulta y comenzar a desarrollar su profesión. Tiempo después y como vio que no ganaba el dinero suficiente, se fue a ejercer a Chicago.

Él aprovechó en todo momento su apariencia física, ya que era un tipo alto, guapo, atractivo, y seductor, que además y por si fuera poco, ya era médico, algo que captaba la atención de numerosísimas mujeres, que se quedaban coladas por sus huesos y por su inconfundible bigote, parecido al de Aznar.

Myrta Belknap, fue su siguiente conquista, nada más instalarse en Chicago. Joven, guapa y millonaria. Tras casarse con ella, falsificó una serie de documentos de la familia de la chica, para conseguir la cantidad de 5.000 dólares, para de este modo cumplir uno de los sueños que le faltaban, el de construirse una casa, o lo que conocemos en términos coloquiales "un casoplón". Y lo consiguió, logró estafar dicha cantidad a la familia de la joven Myrta, con la cual se fue a vivir a una casa provisional. Desconocemos si ella sabía que él había cometido esa estafa contra su familia...


Él seguía viviendo con Myrta, y aún teniéndolo ya casi todo, no se conformó, y le fue infiel a la chica, con otra mujer viuda que regentaba una farmacia en la localidad de Englewood. En dicha farmacia, había una suculenta herencia en juego, la cual se la marcó como objetivo número uno. Tras cometer una serie de infracciones penales, tales como malversación de fondos y varias estafas, consiguió hacerse el heredero número uno de dicha herencia.

Lo que pasó después, os lo contamos más adelante...


La foto que habéis podido ver encima de esta línea, pertenece al edificio conocido como "El Holmes Castle", que bien podría haberse llamado como "El Castillo de los Horrores".

Quiso construir dicho castillo, para comenzar a meter y acumular los cadáveres de todas sus víctimas, por el miedo que le causaba el hecho de que alguna de ellas le denunciara por los delitos económicos cometidos contra ellas mismas o sus familias. Por lo que de algún modo, actuaba como cualquier violador en serie que se precie, que primero viola y posteriormente mata para no ser denunciado por la víctima, pero en este caso con la peculiaridad de que él no violaba, si no que estafaba o robaba a las chicas con las que se juntaba, y por miedo a esas posibles denuncias, las hacía desaparecer. Qué mejor modo que meterlas a todas dentro de un castillo?.

Durante la construcción del tenebroso edificio, Holmes estafó a varias empresas constructoras, las cuales se iban una tras otra abandonando la obra, cuando veían que nuestro amigo no se hacía cargo de pagar las correspondientes elevadas facturas.

Pero Holmes no tenía suficiente con "simplemente" hacer desaparecer los cadáveres de sus amantes en el castillo, si no que le picó la curiosidad de probar que se sentía cuando se mataba a alguien, sin aparentes intereses económicos de por medio.

En el año 1893 y en la ciudad de Chicago, se estaba preparando una gran exposición que atraería a un nutrido grupo de personas, entre las cuales no faltarían chicas jóvenes, guapas y con dinero, algo que a Holmes le ponía y mucho...

Para ello construyó este castillo, que quería utilizar a modo de hotel, para atraer a estas turistas y hacerles de las suyas. Se aprendió palmo a palmo de su nuevo castillo, y no escatimó en gastos, con el dinero que había estafado...

Instaló una serie de trampas en las habitaciones de su guarida, donde no faltaban las míticas puertas secretas, que daban a una serie de pasadizos en forma de laberinto, y desde ahí podía vigilar a sus "clientas", y de este modo seleccionar las que más le gustaran...

Bueno, un autentico enfermo mental, y un psicópata de los pelos de la cabeza a las uñas de los pies...

Plano del Castillo-Hotel de Holmes
En el interior del Castillo-Hotel, el Doctor Holmes realizó una serie de chapuzas eléctricas, con el objetivo de poder hacer un seguimiento de los movimientos que hacían sus potenciales víctimas, y con tan solo tocar un botón sin necesidad de desplazarse, podía matar a las mujeres, por ejemplo "gaseándolas" mientras dormían en sus habitaciones.

En realidad pues, nuestro protagonista de hoy en la web, no quería entrar en contacto físico directo con la mayoría de potenciales víctimas, hasta el punto de que cuando ya estaban muertas, hacía bajar los cadáveres utilizando un montacargas, y un par de toboganes que había instalado él de forma totalmente minuciosa. Dicho lugar donde caían los cadáveres como si de prendas de ropa se trataran, era a una bodega, donde él cuando los recibía, los quemaba en la mayoría de casos, en ácido sulfúrico. Bueno, más que quemarlos los disolvía.

Uno de los habitáculos construidos por él que más llamó la atención de los investigadores, fue el que él bautizó como "el calabozo", en el cual había instalado una serie de instrumentos de tortura. El que más nos ha llamado la atención, fue el de una camilla donde ataba a las mujeres, y una especie de artilugio se encargaba de hacer el resto del trabajo... comenzaba a hacerles cosquillas en los pies, y aquellas mujeres acababan muriendo de tanto reír.

Seis meses duró la Exposición Universal de Chicago del año 1893, y la "fábrica de humanos" que había montado el Doctor Holmes, trabajó a pleno rendimiento durante ese periodo de tiempo. Hay quien dice, que en realidad no solo fueron 27 las víctimas que cayeron en las fauces de este perturbado, si no que pudieron morir hasta 200 personas, a las cuales se les dio por desaparecidas, y casi seguro que todas ellas acabaron en la bañera de ácido montada por el Doctor Holmes, o en su macabra bañera de cal, donde introducía los cuerpos de sus víctimas, tanto vivas como muertas.

Eran tan y tan meticuloso este tipo, aunque no nos atrevemos a decir inteligente, no vaya a ser que alguno por ahí quiera imitarlo, que estudiaba caso a caso antes de lanzar los ataques, y para ello se documentaba con información de la persona, y solo iba a por aquellas chicas que vivían lo más lejos posible de Chicago, para que ningún familiar o amigo o pareja, se acercaran al lugar a preguntar.

Pues este era el modus operandi de Holmes, francamente sorprendente, ya que en aquella época como podréis imaginar, no habían muchos adelantos en materia eléctrica, y mucho menos tecnológica, por lo que el tío se las ingenió de pu madre, para lograr sus macabros crímenes.

No habíamos tratado todavía en la web, con un psicokiller con el perfil de Herman Webster Mudgett. Podríamos compararlo por decir algo, con el famoso asesino de cine "JigSaw". Por cierto, el fin de semana que viene, tendremos esta "biografía estrella" en la web, la del asesino de la saga de películas "SAW".

¿Os imagináis con los adelantos que hay hoy en día, un asesino tan sofisticado como este? sería realmente preocupante...


Coincidiendo con la finalización de la exposición de Chicago, Holmes vio como sus ingresos caían en picado, algo que no hemos comentado anteriormente, pero si era así... no solo mataba y disfrutaba torturando a estas personas, si no que además les cobraba por el hospedaje, tanto a las víctimas mortales como a las personas que no eran objetivo de él, pero que si pernoctaban en su "hotel del horror".

Una vez más, Holmes volvió a sus orígenes, y decidió prenderle fuego a uno de los pisos del hotel, para de este modo reclamar al seguro el pago del mismo. Sin embargo en esta ocasión no contó con un pequeño gran detalle. La aseguradora procedió a realizar una investigación, y descubrieron que el incendio había sido provocado por nuestro protagonista de hoy en Biografías de Asesinos.

Al ser descubierto, huyó como alma que lleva el diablo, hacia Texas, lugar por antonomasia de grandes psicokillers de la historia, tanto ficticios como no ficticios.

Allí cometió varias estafas más abrumado por la preocupante bajada de poder adquisitivo que había sufrido, y en esta ocasión no fue tan minucioso, ya que las víctimas lograron denunciarle y acabó por primera vez en su vida, en la cárcel de dicho condado americano.


Nada más salir de la cárcel tras pagar una fianza, volvió a meterse en líos relacionados con el ilícito penal del fraude, y en esta ocasión volvió a utilizar su astucia innata, probablemente escarmentado por los seis meses que tuvo que pasar en prisión, por errores del pasado.

La elegida para su nuevo (y último) plan macabro, fue la señora Pitezel. A ella le dijo que debía hacerse un seguro de vida en una conocida compañía de la época, que tenía su sede en la ciudad de Filadelfia. Prosiguió con su maquiavélico plan, y durante el mismo pensó que lo mejor sería presentar a la compañía un cadáver desfigurado, tras sufrir un accidente, el cual se convertiría de este modo, en el enlace para conseguir cobrar la prima del seguro por fallecimiento. Si embargo en realidad, la propia señora Pitezel se iba a convertir en la víctima, obviamente provocada por un asesinato cometido por Holmes, el cual posteriormente cobraría dicha prima. Además y por si fuera poco, mató a los niños de esta mujer, para cobrar más todavía, ya que ellos hubiesen sido los que tendrían que haber cobrado la prima, tras la muerte de su madre.

Nuestro amigo no recordaba que un día le contó a un compañero de la cárcel, que tenía pensado de hacer esto comentado anteriormente, cuando saliera a la calle. Y fue este hombre (Marion Hedgepeth) el que le denunció, y la policía comenzó a realizar una investigación, en la cual comprobarían que efectivamente el Doctor Holmes había vuelto a estafar.

Cuando fue capturado, no le quedó otra que confesar la estafa, y lo más sorprendente, confesó los asesinatos de la familia Pitezel.

Hasta aquí llegó el historial delictivo de este auténtico monstruo...


Un tribunal de Filadelfia fue el encargado de juzgar a este hombre, que encima se permitió el lujo de reírse de la justicia americana en su cara, cuando se inventó haber matado a personas dando nombre y apellidos, cuando las mismas estaban vivas.

Aún así los investigadores estaban seguros, que Holmes había matado al menos, a 200 personas a lo largo de su vida. Era la primera vez en la historia de Norteamérica, que se juzgaba a un asesino en serie de este calibre.

El Doctor Holmes fue condenado a la pena de muerte por dicho tribunal, y fue ejecutado mediante la horca, el día 7 de mayo del año 1896.


¿Os ha gustado la historia de hoy?, pues la de mañana será mejor!.

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