PAÍS: España
FECHA DE NACIMIENTO: 5 de abril de 1978
FECHA DE FALLECIMIENTO: Actualmente vivo
APODOS: El Asesino de la Baraja; El Asesino del Naipe
NÚMERO DE VÍCTIMAS: 6
CARGOS JUDICIALES: 6 delitos de homicidio y 3 en grado de tentativa
CONDENA: 142 años y 3 meses de cárcel
Hoy traemos a Biografías de Asesinos, el caso que conmocionó a España a principios de los años 2.000, y que seguramente todos recordaréis...
Es el caso del conocido como "El Asesino de la Baraja", llamado así ya que cuando mataba dejaba junto al cuerpo de la víctima, un naipe.
Comenzamos a redactar la biografía de Alfredo Galán Sotillo, uno de los asesinos más temidos e inteligentes de la historia de la crónica negra de nuestro país.
Alfredo Galán nació en Puertollano el día 5 de abril de 1978, y cursó los estudios básicos de la EGB, y de BUP tiempo después, y en las escuelas donde estuvo pasó totalmente desapercibido para los profesores, ya que siempre lo consideraron un alumno muy introvertido y extraño. Eso si, llegó a ser delegado de clase en más de una ocasión...
Poco más se sabe de la vida de Alfredo cuando era un niño y adolescente.
En el año 1998 y más concretamente en el mes de septiembre, Alfredo ingresó en el Ejército Español, y allí consiguió nada más y nada menos que ser cabo primero en la Brigada Paracaidista. Tiempo después puso rumbo a Bosnia para realizar labores humanitarias.
Curiosamente y como paréntesis, otro de los grandes y en este caso, presuntos asesinos, como es el caso de José Bretón, también estuvo de labores humanitarias en Bosnia, y por supuesto con el ejército español.
Curioso dato...
Alfredo Galán fue enviado en el año 2003 junto a sus compañeros del ejército, a retirar chapapote en el tristemente caso recordado del accidente del Prestige, en las costas gallegas. Este cambio no le gustó nada, ya que al parecer se encontraba muy a gusto ayudando a la gente más necesitada en Bosnia, tras las terribles guerras sufridas en ese país y en los de su alrededor, en la conocida como "Guerra de los Balcanes".
Fue allí en Galicia, donde cometió su primer delito, tras robar un vehículo a motor, y ser cazado por sus superiores del ejército.
En ese mismo año 2003, Alfredo es ingresado en un hospital madrileño, con el fin de que los médicos evaluaran su situación mental. Los mismos confirmaron que el de Puertollano padecía neurosis y crisis de ansiedad puntuales. Para ello le recetaron medicación y él comenzó a mezclar dichos medicamentos con otro de sus vicios, el alcohol, algo que por supuesto son incompatibles entre si.
En ese mismo año Alfredo es expulsado del ejército español, tras no hacer caso a los médicos y seguir consumiendo alcohol, algo que le perjudicaba seriamente en su proceso de recuperación mental.
Sin embargo nuestro protagonista de hoy en la web, comenzó a trabajar rápidamente tras su expulsión del ejército, y puso rumbo hacia Madrid, y exactamente en el Aeropuerto de Barajas, fue donde encontró su nuevo empleo como guardia de seguridad.
Hasta aquí podríamos decir que la vida de Alfredo Galán era una vida "de lo más normal", con evidentes matices a añadir, pero nada fuera de lo común, ya que cuántos borrachos hay por las calles? o cuánta gente alguna vez ha cometido algún "pequeño" delito o ha hecho alguna "travesura"? casi todo el mundo lo ha hecho...
Pues bien, de la noche a la mañana Alfredo sacó el asesino en potencia que llevaba dentro, para comenzar a matar de manera indiscriminada, y eligiendo a sus víctimas completamente al azar, como si de un juego de cartas se tratase...
Él y según dijeron los expertos cuando le dieron caza, demostró ser un gran tirador, y en sus asesinatos más otros 3 en grado de tentativa, apuntó a las víctimas de una manera muy precisa y certera, aunque con el condicionante de que siempre lo hacía a traición (por la espalda, en la nuca o en la cabeza), y nunca en un cuerpo a cuerpo dándole a la víctima la posibilidad de defenderse, algo también muy común en los asesinos en serie...
Su arma del crimen: una pistola Tokarev, traída y conseguida en Bosnia durante su época de militar.
Su firma: una carta de la baraja siempre acompañando al cuerpo de su asesinado o asesinada.
La primera víctima mortal de Alfredo Galán "El Asesino de la Baraja", fue exactamente en una parada de autobús, en la capital de España. El chico de 18 años de edad, recibió un impacto de bala, que le alcanzó en zonas vitales del cuerpo, por lo que las heridas producidas eran incompatibles con la vida, y falleció. Al lado de su cuerpo, el asesino dejó un "As de Copas". Este fue el primer asesinato de este asesino despiadado y con un total desprecio hacia la vida humana...
La segunda víctima mortal fue un hombre llamado Juan Carlos Martín Estacio, y el asesino utilizó el mismo "modus operandi" que en su primer asesinato. Disparó en la cabeza de Juan Carlos, causándole la muerte en el acto. Siempre actuaba así, disparando por sorpresa, con gran puntería, y prácticamente a quemarropa. Por supuesto colocó otra carta al lado del cadáver.
Tiempo después nuestro protagonista de hoy, marchó hacia Alcalá de Henares, quizás con la intención de no ser descubierto en Madrid capital, donde ya se estaba hablando mucho por parte de los medios de comunicación, sobre el enigmático "Asesino de la Baraja", o "Asesino del Naipe".
En este pueblo cometió una auténtica carnicería, siendo el primero de los desafortunados, Mikel Jiménez Sánchez, que recibió un impacto de bala mortal de necesidad.
Juana Dolores Uclés fue la siguiente desafortunada, siendo su crimen aún más abominable que el del resto de víctimas, ya que ella recibió un disparo certero en su ojo derecho, que por supuesto le causó la muerte instantánea.
Su reguero de sangre y cadáveres todavía no había concluido, y en la siguiente ocasión Alfredo llegó un poco más lejos, atreviéndose en este caso a asesinar a un matrimonio.
El matrimonio compuesto por dos ciudadanos rumanos y con nombres George Magda y Doina Magda, fueron sorprendidos por Alfredo, en un oscuro y frío pasadizo, en el cual nuestro asesino de hoy se quedó saciado de sangre, al matar por primera vez, a "dos pájaros de un tiro".
El primero en caer fue George, que recibió un certero disparo por la espalda, y la mujer al darse cuenta de la situación, reaccionó intentando cubrirse con sus manos la cabeza, y recibió tres disparos a bocajarro, dos de los cuales le alcanzaron la cabeza, a escasos centímetros, por lo que las muertes estaban garantizadas.
Pues bien, tras estos 6 cadáveres en su particular "currículum", como si de una pájara se tratara, a Alfredo ya no le funcionaba su puntería, ya que intentó asesinar a 3 personas más, las cuales lograron salvar la vida, por los torpes disparos empleados por el de Puertollano.
Curiosamente eso si, el asesino protagonista de hoy en la web, dejó junto a estas personas que no fallecieron, varias cartas entre ellas la del "2 de Copas".
Alfredo quizás ya cansado de sus asesinatos y sintiendo que su objetivo ya había sido logrado, decidió entregarse a la policía local de su localidad natal Puertollano, y confesó ser el famoso "Asesino de la Baraja".
Aún así y claramente arrepentido tiempo después de haberse declarado culpable, Alfredo cambió continuamente sus versiones en sede judicial, llegando incluso a decir que él no había asesinado a nadie, ya que un nazi (el supuesto asesino) le estaba amenazando que si no declaraba en contra de él mismo, las muertas iban a ser sus hermanas, declaración que los jueces no le dieron ninguna verosimilitud.
Se celebró el juicio tras todos estos sucesos durante el proceso de instrucción, y Alfredo Galán "El Asesino de la Baraja" fue condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a la pena de 142 años y 3 meses de cárcel, por 6 delitos de homicidio, más otros 3 en grado de tentativa.
Para esta pena la Audiencia tuvo en cuenta la declaración de Alfredo, que dijo textualmente que despreciaba la vida humana, y que por eso la quería aniquilar por completo. El tribunal le puso la pena máxima para este tipo de delitos en España, pero a sabiendas de que lo máximo que cumplirá en prisión serán 25 años. Por lo que actualmente y tras llevar ya en la cárcel 10 años, le quedan como máximo 15 años más para ser puesto en libertad.
De las conclusiones finales realizadas por parte de los psiquiatras forenses que participaron en el juicio, nos quedamos con una sin duda...
Uno de los profesionales dijo de Alfredo Galán que "es un depredador humano que sale a la caza del hombre para humillarlo y matarlo".
Sin duda retiramos lo que hemos dicho al principio sobre que era "un asesino inteligente", y lo cambiamos por la frase "era un presunto asesino burro y animal".
Para siempre quedará en nuestras retinas, la imagen de cuando lo detuvieron, imagen que en España siempre quedará para la historia de los archivos de la crónica negra...
¡Mañana más!
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