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martes, 28 de mayo de 2013

ASESINO 14: Francisco García Escalero; biografía e historia de "El Matamendigos"

NOMBRE: Francisco García Escalero

PAÍS: España

FECHA DE NACIMIENTO: 24 de mayo de 1954

FECHA DE FALLECIMIENTO: Actualmente vivo

APODOS: El Matamendigos; El asesino de mendigos

NÚMERO DE VÍCTIMAS: Se calcula que 11

CARGOS JUDICIALES: 11 delitos de homicidio

CONDENA: Absuelto aunque condenado de por vida a permanecer en un psiquiátrico


Hoy os traemos una nueva historia sobre asesinos en serie españoles, que no tiene desperdicio...

Estamos ante el conocido como "El Matamendigos", o simplemente "El Asesino de Mendigos". Como podéis comprobar, sus apodos hablan bien claro sobre cual era su "profesión" delictiva...

Comenzamos con su historia...

Francisco García Escalero "El Matamendigos" nació el 24 de mayo de 1954 en Madrid. Se crió junto a su hermano mayor, y ambos vivían en una chabola muy cercana al Cementerio de la Almudena.

Precisamente desde bien pequeño, comenzó a destacar por su extraño y hasta extravagante carácter, que le empujaba a visitar las tumbas del cementerio de la Almudena a altas horas de la madrugada. Ya se veía pues, que desde bien pequeño su cerebro no era demasiado normal.

Era un niño extremadamente solitario, muy triste y llorón, con una educación que brillaba por su ausencia, y en definitiva un carácter con muchas más sombras que luces.

Paralelamente a lo contado anteriormente sobre sus aficiones oscuras, también le gustaba ir por las chabolas vecinas, buscando cuerpos de mujeres con los cuales darse autoplacer. Y efectivamente se masturbaba de forma compulsiva.

Era evidente pues, que con esta forma de ser tan poco apropiada y lógica para un niño de su edad, Francisco no iba a ser una perla precisamente cuando se hiciera mayor...


Cuando fue creciendo, sus problemas de carácter fueron in crescendo, y sufrió en varias ocasiones conatos de suicidio. Ejemplo de esto último fue un día que se puso en mitad de una carretera, buscando que algún coche lo atropellara. Aunque si me permitís el comentario, bien habría hecho algún coche de atropellarlo, de este modo se hubieran salvado muchas vidas, pero bueno, el destino quiso que así no fuera...

A la edad de 16 años y totalmente desamparado y sin la ayuda de su familia, ingresó por primera vez en un centro de salud mental. Hay que decir que previo a esto, sufrió brutales palizas de su propio padre, cansado este del comportamiento extraño de su hijo...

Paralelamente a estos problemas, Francisco comenzó a coquetear con el mundo de la delincuencia, y fue detenido en varias ocasiones, por pequeños robos y hurtos varios. En una de esas detenciones, fue llevado a un reformatorio, tras robar una moto. Y fue allí precisamente, donde cultivó varias amistades de las denominadas como "peligrosas". Junto a ellos comenzó su etapa como "delincuente serio".

Con 21 años de edad, y junto a las compañías comentadas anteriormente, cometió el que sería su primer gran delito, tras violar a una chica delante de su novio y previo atraco. Por este hecho fue juzgado y condenado a 12 años de cárcel.

Durante su periplo en prisión, Francisco comenzó a degenerar más todavía, y tras realizarse varios tatuajes con frases como "naciste para sufrir" o "Las voces se ríen de mi, me dicen que quieren sangre", comenzó a coleccionar en su celda pájaros muertos que se encontraba en el patio del centro penitenciario, alegando que "con ellos estoy más a gusto".


Tras cumplir su condena en prisión, Francisco quedó en libertad y comenzó a buscar empleo por todos los lados de Madrid, sin conseguir su objetivo. No le quedó otra tras quedarse sin familia, sin amigos y tras estar solo en el mundo, que irse a vivir a la calle actuando como mendigo. Exactamente se situó en los alrededores de la parroquia madrileña Nuestra Señora de Fátima, donde era muy conocido por la zona.

Ya instalado en plena calle, comenzó a beber y a drogarse compulsivamente, hecho que le provocaba extrema violencia, al mezclar ambas cosas.

Tiempo después comenzó a sufrir alucinaciones de índole auditivas, y en las mismas unas voces le decían que tenía que matar rápidamente y que tenía que mantener relaciones sexuales con personas muertas.

Francisco comenzó a hacer caso a "sus voces", y comenzó su carrera de asesino en serie de forma imparable, y en especial eligió a las víctimas más vulnerables: mendigos y prostitutas.

En agosto del año 1987, Francisco cometió su primer asesinato, y la desafortunada persona que le tocó pasar por aquello, fue una prostituta de nombre Paula.M. a la cual le cortó la cabeza y la quemó. Menos de un año tardó en cometer su segundo asesinato, en esta ocasión a un mendigo al cual le apuñaló y le golpeó brutalmente en la cabeza con una piedra.

Y así fue como comenzó su historial como asesino en serie...


Sus principales actos realizados sobre su resto de víctimas mortales, actos absolutamente atroces y espeluznantes, incluyen entre otros, decapitaciones, puñaladas, arrancamiento de vísceras, arrancamiento de corazones, para posteriormente comérselos etc.

Pero sin duda su crimen más espeluznante lo cometió en mayo del año 1989, tras asesinar a puñaladas a un mendigo de 65 años, y arrancarle posteriormente el pene, y luego llevárselo a la boca.

A todas sus víctimas, una vez asesinadas, las quemaba con periódicos y mantas, y para que no fueran identificadas les cortaba las yemas de los dedos.

La verdad que sorprende y mucho, que alguien que es capaz de organizar todo este entramado para que las víctimas no fueran nunca identificadas y de este modo librarse de la justicia, luego fuese absuelto de sus delitos por estar mal de la cabeza. Estaba mal de la cabeza, eso es evidente, pero si sabía razonar cuando cometía sus asquerosos crímenes, y por lo tanto demostraba que cuando mataba a la gente, sabía perfectamente lo que hacía. Desgraciadamente la maltrecha justicia española, no lo consideró así...


Por si fuera poco todo lo contado anteriormente, Francisco "El Matamendigos", continuaba visitando los cementerios de noche, pero en esta ocasión no hacía como cuando era pequeño que simplemente iba a pasear, si no que llegó mucho más lejos. Profanaba las tumbas, y sacaba los cadáveres para mantener relaciones sexuales con los mismos.

Y llegó el año 1993, y al parecer las voces le dijeron que había llegado el momento de poner punto y final a su vida, y lo intentó tras lanzarse encima de un coche que iba circulando por una carretera madrileña. Sin embargo no consiguió su propósito, y tan solo tuvo unas pequeñas lesiones y contusiones, por las cuales fue llevado a un hospital de la capital de España.

Allí fue donde confesó sus asesinatos a las enfermeras que le estaban prestando auxilio médico. El alegó que confesaba porque ya no quería seguir matando, que estaba ya aburrido.

"El Matamendigos" declaró ante la policía, y dio detalles totalmente escabrosos de sus crímenes incluyendo entre esos detalles, la confesión de que a veces le costaba mucho matar a las víctimas a pesar los los golpes que les infringía, y también relató el placer sexual que sentía mientras mantenía relaciones con personas fallecidas, incluyendo con esqueletos.


En febrero de 1996, llegó el juicio en el cual fue absuelto pero obligado a ingresar en un centro psiquiátrico de un centro penitenciario de por vida.

Todos los médicos forenses en sus conclusiones finales, afirmaron que su peligrosidad continuaba existiendo pero que nunca fue consciente de sus actos.

Así mismo los psiquiatras que lo examinaron en el juicio, llegaron a una clara y para mi acertada conclusión: que Francisco García Escudero era un fracaso de la sociedad y más en concreto de sus instituciones.

Actualmente "El Matamendigos" sigue ingresado en un centro de salud mental, y aunque su abogado ha solicitado su puesta en libertad al considerar que ya no hay peligro de que cometa crímenes dado su cambio desde hace ya muchos años, numerosos médicos en la materia han indicado que Francisco puede volver a matar en cualquier momento, ya que su enfermedad incurable surge por meros brotes, y que tanto puede estar viviendo con total normalidad muchos años, como volver a matar de la noche a la mañana.

En fin, sin duda un caso muy espeluznante el que os hemos contado hoy.
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