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lunes, 23 de junio de 2014

ASESINO 121: El asesino de la niña Jaclyn Dowaliby (La Madeleine McCann americana)

NOMBRE: Desconocido

PAÍS: Estados Unidos

FECHA DE NACIMIENTO: Desconocida

FECHA DE FALLECIMIENTO: Desconocida

APODOS: Desconocidos

NÚMERO DE VÍCTIMAS: Supuestamente 1, la pequeña Jaclyn Dowaliby

CARGOS JUDICIALES: En el caso que fuese atrapado el asesino o asesina en su momento, sería acusado de asesinato en primer grado, por lo que se solicitaría la pena de muerte

CONDENA: Seguramente sería condenado/a a la pena de muerte

SOSPECHOSOS: Su madre y su padrastro. Su padrastro fue condenado en su momento, pero absuelto posteriormente al no haber pruebas

FOTO DE LA VÍCTIMA...




Un caso más para engrosar nuestro archivo de "¿Crímenes Perfectos?", es el que traemos hoy a Biografías de Asesinos.

La pequeña de tan solo 7 años de edad, y de nombre Jaclyn Dowaliby, desapareció como si la tierra se la hubiese tragado, y lamentablemente tiempo después, apareció muerta tirada en un bosque. Este caso pues nos recuerda mucho al de la pequeña Maddie, con la excepción que la británica no ha aparecido ni muerta ni viva.

Comenzamos...

Además de Jaclyn, los grandes protagonistas de esta historia fueron sus propios padres, David y Cynthia Dowaliby, los cuales vivieron un auténtico calvario, y fueron juzgados mediáticamente, hasta el punto de ser considerados y apuntados directamente, como los principales sospechosos de asesinar a su propia hija, hijastra en el caso de David.


Este caso que fue poco conocido en Europa, comenzó en la madrugada del 10 de septiembre del año 1988, exactamente en Midlothian, en el estado de Illinois, en los Estados Unidos de América. Aquella noche, Jaclyn desapareció sin dejar rastro, dentro de su propia casa, mientras estaba con sus padres y hermano.

Según lo que contaron los padres de la niña, la pequeña se había ido a dormir con total normalidad, y cuando desapareció, la única pista que pareció evidente, fue la rotura de una de las ventanas del cuarto de la pequeña, que según las pruebas practicadas in situ, la misma había sido rota desde el exterior.

En un principio pues, se pensó en un secuestro...


En un principio los padres prestaron su colaboración total con la policía americana, presentándose en centros especializados en polígrafos, y control de drogas y alcohol. Todas las pruebas las pasaron con buena nota, por lo que a priori, ellos dejaron de ser sospechosos del supuesto por aquel entonces, asesinato de la niña.

Los dos señalaron como principales sospechosos de la desaparición de la pequeña, al padre biológico de la niña, y a su tío.

El primero tenía una coartada perfecta, y es que estaba cumpliendo una condena en la cárcel, cuando la niña desapareció, por lo que era imposible que él fuera el responsable de la desaparición de la niña.

Su tío sin embargo, que también tenía coartada, la misma no llegó a sostenerse en su totalidad.

La presión mediática y política a la cual sometieron a la policía, llevó a la misma a precipitarse, y dirigieron sus investigaciones hacía David y Cynthia Dowaliby, a los cuales les intentaron arrancar una confesión, la cual no llegó nunca, al declararse ambos inocentes de dichas acusaciones tan duras.

David, el padrastro de la niña
Tan solo 4 días después de desaparecer, el cadáver de Jaclyn apareció relativamente cerca de la casa familiar donde se le había visto por última vez, y envuelta en la misma manta que tenía en su cama, cuando estaba durmiendo.

El cuerpo de la niña que ya estaba en proceso de descomposición dado el calor que hacía en esa época del año, apareció con una cuerda en su cuello, por lo que la autopsia reveló que había muerto por estrangulamiento, y por ende había sido asesinada.

A pesar de no haber ninguna prueba física contra los dos padres, ambos fueron detenidos, y acusados de asesinato en primer grado.

Lo más curioso de este caso, es que el hermano de la niña asesinada, fue llevado a un centro de menores en el momento que los padres fueron detenidos, y este se inventó literalmente, que ambos progenitores pertenecían a una secta satánica, que abusaban sexualmente de él, entre otras atrocidades varias.


David fue juzgado, y para recibir su terrible condena, el tribunal se basó en la declaración de un testigo, que él mismo tenía un amplio historial de problemas mentales, por lo que dicho testimonio carecía de validez, dado que esta persona no estaba bien de la cabeza.

Sin embargo, su testimonio fue tomado en cuenta por el tribunal, y en él mismo decía que había visto un hombre con una nariz muy parecida a la de David, cerca del lugar donde apareció el cadáver de la pequeña Jaclyn Dowaliby.

El jurado además, se tomó al pie de la letra una prueba que presentó la fiscalía contra David, y dicha prueba era que en un momento dado, él había golpeado con su puño en una de las puertas de la casa familiar, y esto según el fiscal, probaba que David tenía un carácter violento, y que perfectamente podría haber matado a su hijastra.

Es decir, un compendio de pruebas sin fundamento, que llevaron a David Dowaliby, a sufrir uno de los mayores sufrimientos que puede padecer un ser humano, el de tener en juego su libertad...


Por su parte la madre quedó en libertad, y David comenzó a cumplir su condena, y comenzó una lucha enfurecida, para demostrar su inocencia y quedar en libertad.

Para ello recibió ayuda de periodistas expertos en crímenes de la época, y cambió de abogado.

Finalmente llegaron a demostrar que la policía y el jurado habían cometido errores de bulto, e incluso en el caso de los primeros, se manipularon pruebas, siendo este uno de los mayores escándalos criminalísticos de la historia de la crónica negra de Estados Unidos.

Un año y medio estuvo en la cárcel David, cuando quedó absuelto de todos los cargos.


Actualmente el proceso sigue en investigación, y hay incluso quien dice, que ya se ha dado carpetazo al caso.

Lo peor de esta historia aparte de la muerte de la pequeña, es que actualmente hay un asesino o asesina, en paradero desconocido, y que por ende puede actuar en cualquier momento...

Sin duda y ya para terminar, el año 1988 fue un año negrísimo para niñas en los Estados Unidos de América, tras las muertes de Heather o´Rourke (actriz de la película Poltergeist), Judith Barsi (también actriz asesinada brutalmente por su propio padre), y el caso de esta niña que hoy os hemos contado en la web.

Esperemos no tener que redactar más historias como esta, que son verdaderamente aterradoras...


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3 comentarios:

  1. Que lamentable lo que paso esta familia y triste por la niña le segaron su vida y aun sin saber quien cometio tal atrocidad pero lo unico que si sabemos es que entre cielo y tierra nada queda oculto y antes los ojos de dios nada queda impune. Malvado asesino

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