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viernes, 21 de marzo de 2014

ASESINO 105: William Cumbajín; biografía del terrible "asesino de los matorrales" ecuatoriano

NOMBRE: William Wladimir Cumbajín Bautista

PAÍS: Ecuador

FECHA DE NACIMIENTO: Nació en el año 1971

FECHA DE FALLECIMIENTO: Desconocemos si está vivo o muerto

APODOS: El Asesino de los Matorrales; Perro loco; El esclavo

NÚMERO DE VÍCTIMAS: Como mínimo 9

CARGOS JUDICIALES: Múltiples delitos de asesinato con alevosía

CONDENA: 25 años de cárcel


Antes de comenzar a narrar esta violenta historia, os comentamos que no existe ni una sola imagen de William en la web, y que por lo tanto todas las imágenes que vais a ver, excepto alguna, no pertenecen al caso en concreto.

Aún así, hemos pensado que este asesino brutal, debía estar en nuestra web, y así lo hemos decidido finalmente...

Comenzamos con la terrible historia de "El Asesino de los Matorrales"...

William nació en el año 1971 en fecha exacta desconocida, en la ciudad y capital de Ecuador, Quito. Creció en un desastre de familia, empezando por el padre que tuvo la mala fortuna de fallecer cuando William era apenas un bebé, y su madre por su parte, era una alcohólica empedernida, drogadicta, y maltrataba al pequeño William una y otra vez, a pesar de sufrir paraplejia.

Aparte de todo lo terrible contado anteriormente, encima eran extremadamente pobres, por lo que la situación aún se complicaba más.

En su faceta como escolar, fue un desastre, teniendo que abandonar los estudios cuando era un crío, y tras ser abandonado por su madre, se vio abocado a lanzarse a la calle a buscarse la vida, y en la misma tuvo que mendigar, y de vez en cuando y con mucha suerte, revender caramelos que compraba, o flores, en las calles de Quito.

En la calle y como no podía ser de otro modo, conoció a malas compañías, las cuales le llevaron a cometer pequeños delitos relacionados con robos, hechos por los cuales fue detenido hasta en 4 ocasiones.

Sin duda una desdichada vida la de este personaje, desde el mismo día que nació...


A continuación y antes de continuar con la redacción de la historia, una fotografía de una plaza de la ciudad de Quito, donde nuestro protagonista de hoy en la web, se convirtió en un psicokiller de libro...


William de la noche a la mañana, o de la mañana a la noche, mejor dicho, comenzó a sentir curiosidad por la muerte ajena, y quiso experimentar lo mismo. En esta plaza que habéis visto encima de estas líneas, en las noches se plagaba de mendigos, y en este lugar fue donde William comenzó a sentir las ganas estas que comentábamos anteriormente, de hacer daño y ver que se sentía.

Pero no solo actuaba en el centro de Quito, también de noche buscaba ciertos lugares cercanos a carreteras, donde habían matorrales, y en esos lugares también solían haber mendigos, que se iban a dormir y a refugiarse del frío, o algunos otros directamente a drogarse y o emborracharse.

Sin embargo y aunque se pudiera pensar algo diferente, sus víctimas las cuales las tenía bien controladas y fijadas en su maltrecha mente, eran personas que vivían en la calle mendigando, pero del sexo femenino.

Normalmente siempre intentaba ir a lo fácil, y para ello buscaba indigentes o vendedoras ambulantes, con problemas físicos o de salud mental, mujeres jóvenes preferiblemente, y muy ilusas y fáciles de engatusar. Aprovechaba su condición de mendigo, para ganarse la confianza de estas pobres jóvenes mujeres, para hacerles todo tipo de atrocidades, que contaremos a continuación...


El modus operandi de William, consistía pues en acercarse a cualquier mujer de estas, y se ganaba su confianza con su falsa hospitalidad y amabilidad, a las cuales conseguía engañar con cualquier excusa, para que le acompañaran a sitios recónditos y a las afueras de Quito, a poder ser entre matorrales, para que nadie escuchara nada, y para posteriormente deshacerse de los cadáveres con total discreción.

Les ofrecía dinero (sin tenerlo) para que mantuvieran relaciones sexuales con él en un lugar plagado de matorrales (de ahí su apodo), y una vez llegaban al lugar, comenzaba la pesadilla para las mujeres...

Su sadismo y ansia enfermiza sexual cuando se encontraba ya entre matorrales con las mujeres, era sencillamente atroz...

Las golpeaba con dureza, las ataba de las piernas a los matorrales, las colocaba en posición fetal, las violaba una y otra vez, las torturaba, y estando vivas todavía, les mutilaba miembros de sus cuerpos, como por ejemplo los úteros, los pechos etc.

Posteriormente y cuando ya había visto las caras de sufrimiento terribles de sus víctimas y por ende cuando ya se había saciado, las mataba de múltiples formas, unas veces con sus propias manos, otras veces las asfixiaba con sus propias ropas, y otras veces con lo que tuviera a mano.

Era un sádico empedernido, que él mismo dijo textualmente cuando ya fue detenido "esos actos que hacía, eran magníficos e indescriptibles".

Algunos de los especialistas que lo examinaron, dijeron de él "le gustaba mucho cuando le arrancaba los genitales a sus víctimas, para sentir el calor corporal y la humedad de la sangre caliente en sus manos".

Sin embargo, era un asesino con muy poca inteligencia, ya que una vez que había finalizado sus atrocidades con estas pobres mujeres, dejaba los cadáveres por allí tirados, que los mismos acababan siendo descubiertos siempre, días después de los crímenes. Huellas, ADN, dejaba rastros por todos lados, por lo que no le resultó nada difícil a la policía, poder dar con "El Asesino de los Matorrales".

A continuación dos fotografías reales, de los escenarios de sus crímenes...



Que por cierto anteriormente no comentamos que este monstruo asesinó y anteriormente violó y torturó, a una niña de 12 años, de nombre Ana, que era sordomuda y retrasada mental.

Este episodio contado anteriormente, está considerado como el crimen más atroz y abominable de los cometidos por William Cumbajín.

Y bueno, afortunadamente la policía ecuatoriana en el año 2002, que ya seguía la pista de este monstruo, puso en marcha una macro operación, que consistía en que varios miembros policiales debían hacerse pasar por mendigos, para conseguir dar con William, y poder ponerlo a disposición de la justicia de Ecuador.

A finales del año 2003, así fue como lograron dar con él, y lo capturaron y pusieron a disposición judicial.

La última noticia que se tiene de él, es que fue condenado a 25 años de prisión, pero se desconoce si a día de hoy sigue en la cárcel, o si realmente murió en algún momento.


Y bueno, esta ha sido la trágica y abominable historia de hoy.
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