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domingo, 10 de marzo de 2013

ASESINO 1: Jeffrey Dahmer "El Carnicero de Milwaukee"; mataba y se comía a sus víctimas

NOMBRE: Jeffrey Lionel Dahmer

PAÍS: Estados Unidos

FECHA DE NACIMIENTO: 21 de mayo de 1960

FECHA DE FALLECIMIENTO: 28 de noviembre de 1994

APODOS: El Carnicero de Milwaukee

NÚMERO DE VÍCTIMAS: 17

CARGOS JUDICIALES: Abuso de menores, asesinato, conducta indecente, intoxicación pública y conducta disociativa.

CONDENA: 15 cadenas perpetuas.



Comenzamos nuestra nueva aventura con esta web, con uno de los asesinos más despiadados de la historia de la humanidad, por su falta total de empatía, sobre todo con los hombres jovencitos.

Desde bien joven, Dahmer mostraba una actitud muy negativa para con el resto de humanos, hecho que desencadenaba en falta de amigos, falta de trabajo, falta de relaciones sexuales, falta de dinero, y en resumidas cuentas, falta total de todo, haciendo que su vida fuese todo lo contrario al perfil normal de una persona de su edad.

Como era de suponer, una persona con este perfil psicológico tan complejo, había tenido problemas serios en el pasado que habían desembocado en todo lo contado anteriormente. Sus padres de siempre tuvieron una relación tortuosa, llevando dicha relación a un divorcio inevitable. Además Dahmer sufrió bromas e insultos de sus compañeros en el colegio cuando era un niño.

Sin embargo Dahmer tenía una afición poco común para niños de su edad, pero al menos tenía una "pequeña" ilusión en la vida: la de capturar insectos y conservarlos en formol. Un interés casi patológico por los bichitos...

Con el tiempo los "bichitos" comentados anteriormente, se convirtieron en animales tales como ardillas, mapaches, gatos etc, y con ellos va un poco más allá...

Escondido en un cobertizo de madera en una colina de Ohio, Dahmer comenzaba a transportar cadáveres de animales varios hacia los bosques del lugar donde se encontraba, y allí dejaba que los cadáveres se pudrieran, para luego blanquear los huesos en lejía.


Jeffrey Dahmer iba creciendo como cualquier niño de su edad, y en la época de adolescente comenzó a masturbarse de forma compulsiva, con revistas de modelos homosexuales, y hasta mirando las tripas de los animales que se descomponían. Además y por si fuera poco, comenzó a beber de forma descontrolada.

Cuando había cumplido los 17 años de edad su padre abandonó la casa familiar, y esto coincidió con el declive definitivo y absoluto del cerebro del joven Dahmer. Pocos días después acabaría con la vida del que sería su primera víctima de un total de 17...

Recogió en la autopista a un autoestopista llamado Steven Hicks, con la única intención de acabar con su vida, y así lo hizo. Lo llevó a su casa, lo mató, lo metió en cubo de basura, y arrojó dicho cubo con el cuerpo del autoestopista a un barranco.

Había comenzado su peculiar carrera como Psicokiller, una carrera que sería absolutamente imparable e insaciable...




La policía todavía no conocía al joven Dahmer, y este en un intento de rehacer su vida, ayudado en gran parte por su padre, ingresó en una universidad, aunque fue expulsado por asistir a la misma borracho y en un estado lamentable. También intentó meterse en el ejército de Estados Unidos, pero fracasó en el intento. Tras irse a vivir con su abuela, parecía que la vida de Dahmer iba a dar un giro de 180 grados, ya que por primera vez en su historia, fue capaz de encontrar un trabajo por sus propios medios. Además había rebajado mucho, las dosis de alcohol en sangre. Pero desgraciadamente para sus futuras víctimas, todo fue algo pasajero...

Tras una nueva recaída en sus facultades mentales, robó un maniquí de una tienda con el cual comenzó a mantener relaciones sexuales. Paralelamente su obsesión con masturbarse, volvió a hacer acto de presencia, y además comenzó a frecuentar saunas en Milwaukee, famosas por acoger de forma mayoritaria, a homosexuales.

Dahmer conoció a varios chicos en las saunas, con los cuales intentó mantener relaciones sexuales de forma normal, pero no lo consiguió. No podía excitarse con una persona, si la misma estaba despierta, por lo que optó por hacerles tomar somníferos a sus parejas de cama, para de este modo conseguir que se durmieran y poder sentir placer sexual con ellos. Tras enterarse sus parejas que Dahmer les echaba somníferos en las copas, todos ellos acababan abandonándolo.

Dahmer pues encontró una forma de poder sentir placer sexual: con cadáveres.


En el año 1986, Dahmer entró en contacto por primera vez con las fuerzas del orden, tras ser detenido por exhibicionismo indecente. Tras el análisis forense que le practicaron en el juzgado, un informe dedujo que Dahmer tenía una "personalidad muy peligrosa". Y desde luego que el informe no iba mal encaminado...

Harto ya de su vida, Dahmer decidió que de algún modo tenía que buscar sensaciones fuertes, y comenzó a asesinar a diestro y siniestro.

Su segunda víctima oficial, fue un joven de raza negra al cual le suministró una bebida con varias drogas en una noche de fiesta. Al amanecer el asesino se despertó encima del cuerpo del hombre, inerte y completamente ensangrentado. A pesar de que él dijo no recordar haberle matado, llevó el cadáver a casa de su abuela, y en el sótano lo desmembró, le arrancó la cabeza y posteriormente coció el cráneo para blanquear los huesos. Tal y como contamos líneas más arriba, primero blanqueaba a los insectos, luego a animales más grandes, y al final como podéis comprobar, a seres humanos.

Tras esta terrible muerte en su haber, Dahmer continúo con su imparable carrera, utilizando el mismo "modus  operandi", el cual consistía en ofrecer dinero a chicos jóvenes para mantener relaciones sexuales con ellos, llevarlos a su casa, drogarlos, asesinarlos y después cocinar sus cadáveres. Y por supuesto como buen asesino en serie que se precie, se quedaba partes de los cuerpos, preferiblemente con las cabezas, a modo de trofeos.

Hay que decir que no solo mató a chicos mayores de edad, si no que lo intentó incluso con niños de 13 años, uno de ellos el cual se libró de milagro de acabar en su olla.

A continuación podéis ver una fotografía de 16 de sus víctimas... llama poderosamente la atención, que la mayoría de ellos son de raza negra.




Tras tener a la policía ya pisándole los talones, Dahmer se instaló en un apartamento y allí fue donde consumó atrocidades de todo tipo con los cuerpos de sus víctimas, como por ejemplo hervir los órganos de todos ellos, para posteriormente comérselos. Aparte de ser un asesino compulsivo, Dahmer ya era un caníbal que además disfrutaba viendo como sus víctimas se cocían en una olla gigante.

No conforme con todo esto, se bañaba con los cadáveres, los abría y se frotaba con las vísceras para darse placer sexual, guardaba corazones en el frigorífico, y más y más atrocidades que hasta cuestan de redactar. La policía tras ser detenido acusado de asesinatos múltiples, redactó todas estas barbaridades que habían comprobado cuando practicaron el registro del apartamento del ya conocido como "Carnicero de Milwaukee".

Sin embargo el que iba a ser su víctima número 18, un hombre llamado Tracy Edwards, fue el que le llevó al fin de su carrera como Psicokiller...

La historia se remonta al año 1990  o 1991, cuando Edwards le conoce en un centro comercial de Milwaukee. En el lugar Dahmer utilizó el mismo "modus operandi" de siempre, el de inventarse una historia para llamar la atención del hombre, y de este modo conseguir llevarlo a su apartamento de los horrores. Le ofreció una copa a Edwards, y este sin saberlo, se iba a convertir en pieza clave para detener y acabar con Dahmer "El Carnicero de Milwaukee" para siempre.


Edwards accedió a ir al apartamento de Dahmer, pero por un despiste del mismo, consiguió escapar del lugar y denunció los hechos a la policía. Fue de este modo como la policía comenzó la investigación y acabó deteniendo a este asesino repugnante que había causado un auténtico pavor en la ciudad de Milwaukee.

El día 27 de enero de 1992, comenzó el juicio contra Jeffrey Dahmer, en el cual fue condenado a 15 cadenas perpetuas por los asesinatos de los 17 jóvenes.

Solo dos años duró vivo en la cárcel, ya que en noviembre de 1994, fue golpeado brutalmente por otro preso hasta causarle la muerte.

Pero si pensabais que esta historia macabra termina aquí, nada más lejos de la realidad...

Tras su muerte, sus padres se pelearon por conseguir el cerebro de su hijo. La madre lo quería vender a la ciencia para que fuera estudiada la conducta de su hijo, y el padre quería enterrar la cabeza bien lejos y en un lugar anónimo, para cerrar la terrible herida dejada en la vida de esta familia.

Las familias de las víctimas también quisieron unirse a la sinrazón, y tras duras batallas legales, consiguieron los derechos para subastar los objetos con los cuales Dahmer había matado a sus "presas", subastando la nevera donde estaban los cadáveres, los cuchillos y sierras con los cuales troceaba los cuerpos, etc etc.

Sin duda una historia atroz, en todos los sentidos.

Si tienes estómago y valor suficiente, puedes ver una foto de una de sus víctimas decapitado, haciendo click aquí.

Sin más acabamos nuestro artículo de hoy, que es el primero de muchos que dedicaremos a los asesinos más crueles de la historia de la humanidad.


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3 comentarios:

  1. Todo lo que tenía de pasicópata lo tenía de guapo.. Era un hombre muy enfermo y hermoso a la vez, una combinación bastante rara.. Este es uno de esos personajes que me llaman poderosamente la atención por lo ya mencionado anteriormente

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  3. Hermoso, con mente de demonio.
    Claro está que la hermosura y el encanto pueden llegar a convertirse en las armas más poderosas del seductor.

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