ASESINO 53: Irma Grese; biografía de la peor mujer nazi de la historia "El Ángel de la Muerte"

NOMBRE: Irma Ilse Ida Grese

PAÍS: Alemania

FECHA DE NACIMIENTO: 7 de octubre de 1923

FECHA DE FALLECIMIENTO: 13 de diciembre de 1945

APODOS: El Ángel de la Muerte; La Bestia Bella; La Cancerbera; La Perra de Belsen; El Ángel de Auschwitz

NÚMERO DE VÍCTIMAS: Muchísimas, incalculables

CARGOS JUDICIALES: Múltiples delitos de asesinato y crímenes de guerra y lesa humanidad

CONDENA: Pena de muerte

La historia que traemos hoy a Biografías de Asesinos, es una de esas en la cual te haces muchas preguntas a ti mismo, e intentas obtener respuestas. Por ejemplo, ella es el claro ejemplo y valga la redundancia, de que la pena de muerte es la condena más justa que puede existir con cualquier ser humano, que precisamente no se comporta como tal. Alguien puede asegurar o simplemente pensar que Irma Grese se podría haber reinsertado en la sociedad?, realmente alguien cree que ella no merecía morir?. Sinceramente y a pesar de lo que digan muchos que son contrarios a la pena de muerte, ella y la gran mayoría de asesinos que ya han desfilado por nuestra web, merecían morir. Yo no puedo empatizar de ninguno de los modos, con seres tan crueles como Irma Grese.

A continuación espero que los que pensáis que la pena de muerte no es justa, cambiéis de opinión tras leer este aterrador artículo que tenemos hoy por delante...

Empezamos...

Irma Ilse Ida Grese conocida simplemente como "Irma Grese" nació el 7 de octubre del año 1923, en Wrechen, en Alemania. Creció en el seno de una familia contraria al mundo nazi, ya que su padre de profesión lechero, era un detractor del Partido Nazi, el cual lideraba el abominable Adolf Hitler. Su madre se suicidó en el año 1936, probablemente frustrada y completamente hundida, viendo la hija monstruosa que había engendrado.

Con tan solo 15 años de edad (siete antes de morir en la horca), Grese abandonó los estudios, entre otras cosas por el bajísimo nivel intelectual que tenía, que no así su físico, que era extremadamente atractiva. Aquel dicho de "la cara es el espejo del alma", con ella desde luego que no encajaba...

Fanática empedernida de la denominada como "Liga de la Juventud Femenina Alemana" en alemán "Bund Deutscher Mädel", comenzó a mostrar un importante interés por todo lo relacionado con el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, que por cierto el nombre de este partido (solo el nombre), nos recuerda mucho al "Partido Socialista Obrero Español". Ahí lo dejo...

Incluso un día, tuvo la "valentía" o la cobardía según se mire, de meter a su propio padre entre rejas, el cual no aprobaba que su hija llegara a casa vestida con un uniforme nazi, perteneciente a su "hobby" de pertenecer a la Bund Deutscher Mädel, comentado esto anteriormente.

El padre de nombre Alfred Grese, la echó a la calle, y ella presentó una denuncia contra él, por la cual el padre fue expulsado de su propia vivienda, e introducido como un perro en una jaula, que la misma actuaba como prisión. Quizá aquí esté el origen del mal de Irma Grese...

Tras este triste suceso, Grese ingresó en las Schutzstaffel nazis, y allí intentó sacarse el título de enfermera (curioso, quería salvar vidas!), aunque no lo consiguió, tal y como dijimos antes por su nivel de inteligencia bajo mínimos, por no decir completamente nula.

Con 18 años recién cumplidos, Grese se hizo voluntaria para un entrenamiento en el campo de Ravensbrück, por lo que esto enfureció a su padre el cual ya había quedado liberado, y la separó de la familia para siempre.

Ella ya se había posicionado claramente...

Tan solo un año después de cumplir la mayoría de edad, ingresó en el campo de concentración nazi de Auschwitz, a "trabajar" como guardia, y a finales del año 1943, fue sorprendentemente ascendida a supervisora del macabro lugar. Ella ocupaba pues en ese momento, el segundo cargo más importante en dicho campo de concentración, solo por debajo de Maria Mandel, la cual la habéis podido ver en la fotografía de más arriba, junto a nuestra protagonista de hoy en la web.

Hasta 30.000 mujeres prisioneras en aquel horrible lugar, dependían de estas dos mujeres. Obviamente no hace falta decir, que esas mujeres prisioneras eran de origen judío.

En tan solo un intervalo de tiempo de apenas 3 años, Grese demostró un sadismo digno de una enferma, en los tres campos de concentración donde estuvo, antes de ser detenida. Además de en Auschwitz, estuvo en Ravensbrück y en Bergen-Belsen.

En estos 3 campos de exterminio nazi, realizó cosas tan atroces, que por ellas está considerada como la peor nazi de todos los tiempos. Todo esto lo realizó, con tan solo 18-22 años de edad.

Las pocas mujeres que sobrevivieron a esta enferma, comentaron durante el juicio las atrocidades que realizó sobre sus compañeras y sobre ellas mismas, y entre estas se incluyen torturas implacables y por supuesto, asesinatos por doquier.

Iba vestida con unas peculiares y pesadas botas, látigo en mano, y pistola. Permitía que perros se lanzaran sobre los cuerpos de aquellas mujeres, para que fueran devoradas vivas, tras varios días sin darle de comer a dichos animales, con la intención de que después se abalanzaran contra las presas judías.

Otra de sus "labores" preferidas en aquellos campos de concentración, era la de encañonar a las reclusas con su pistola, y dispararles a bocajarro disparos en sus cabezas. También torturaba a niños de las reclusas, e incluso abusaba sexualmente tanto de ellos como de ellas. Además muchas de estas mujeres, murieron siendo golpeadas una y otra vez con su látigo, y las dejaba morir desangradas.

Entre asesinato y asesinato, Irma Grese no perdía el tiempo, y se acostaba tanto con sus compañeros como con sus compañeras de campamento, importándole un pimiento que las reclusas le gritaran solicitándole comida y medicinas, para poder evitar la muerte.

Con el paso de los días, las semanas, y los meses, su impresionante belleza física, se fue trastocando, hasta tener una imagen prácticamente de monstruo malvado, lo que en realidad era.

En esos momentos, si se comenzó a acoplar al dicho "La cara es el espejo del alma". Prueba de esto es la siguiente foto comparativa...

Siguiendo con los testimonios de algunas de las supervivientes, Irma Grese aprovechaba cuando las prisioneras estaban débiles físicamente por el durísimo trabajo que debían desarrollar en el campo, y en ese momento era cuando les lanzaba a los perros para que se las comieran vivas, algo a lo cual las mujeres no oponían resistencia, dado el cansancio extremo que sentían.

Nuestra protagonista de hoy en la web, azotaba con su látigo a las chicas que tenían los pechos grandes, para de este modo provocarles heridas, para que posteriormente se infectaran las mismas. Cuando las heridas ya estaban lo suficientemente infectadas, no quedaba otra que amputarles los pechos, sin anestesia, por lo que el sufrimiento de estas chicas jóvenes, debió ser verdaderamente aterrador. Irma Grese, se descojonaba de risa viendo como a las chicas les cortaban las tetas a rebanadas, y no solo eso, si no que se tocaba y se excitaba sexualmente, con dicho sufrimiento.

La práctica de deporte en los campos de exterminación donde ella ejerció como supervisora, era también muy habitual. Les obligaba a hacer flexiones durante horas, y a la más mínima que una de las reclusas se pusiera a descansar, las azotaba con el látigo, y sangrando como cerdas las obligaba a continuar realizando dicha práctica física.

Así mismo Grese, obligaba a las internas a sostener piedras muy pesadas con sus propias cabezas, durante horas. Pobre de la mujer que se le cayera la piedra, cuando eso sucedía con fusta de equitación en mano, las golpeaba brutalmente.

Al parecer, cada día ella elaboraba una lista con el número total de víctimas a matar y o torturar durante esa jornada, y hasta que no acababa la faena no se iba a cenar.

Era llegar Irma Grese al campo de exterminio, y todas las reclusas se ponían a temblar, pensando que en ese día la desdichada iba a ser una de ellas. A Grese le gustaban mucho las guapas, o las menos feas, ya que en aquellas condiciones de insalubridad, era evidente que la belleza de aquellas mujeres estaba muy tocada. Sin embargo, cualquiera de ellas que conservara algo de belleza, era la seleccionada por Grese.

Ella se regodeaba viendo el terror en los ojos de aquellas mujeres, ya que de verdad, esta chica carecía absolutamente de cualquier tipo de piedad hacia ellas, ya que era repetimos por enésima vez, un monstruo de tomo y lomo.

Con sus dientes relucientes, sonreía viendo a la desdichada elegida, como se desangraba ante sus morros, y no dudaba en introducir la punta de la fusta, en las heridas ya abiertas, para que el sufrimiento y el dolor de su víctima, fuese mayor.

Algunas veces, tras pasar lista, "El Ángel de la Muerte" seleccionaba a un nutrido grupo de reclusas, tales como 300 por ejemplo, y las introducía a todas en el interior de un pequeño habitáculo, y ordenaba a los guardias que cerraran las puertas de dichos habitáculos, con clavos, a modo de que no pudieran escapar.

En el interior de esas habitaciones, las mujeres se agolpaban completamente apelotonadas unas con otras, casi sin oxígeno, y las dejaba sin comida y sin bebida. Estas mujeres, acabarían posteriormente en las cámaras de gas, siendo vilmente ejecutadas.

Con este "palmarés" era evidente que algún día iba a acabar muy mal, aunque ella no se esperaba que su final le llegara tan pronto...

Era el 15 de abril del año 1945, cuando un grupo de británicos la detuvieron en el tercer campo de concentración donde ejerció, en el de Bergen-Belsen. No solo ella fue detenida, muchos más compañeros y compañeras suyos y suyas respectivamente, le acompañaron aquel día directamente hacia la muerte.

Se realizó el correspondiente juicio por crímenes de guerra y lesa humanidad contra ella, y podéis ver una de esas imágenes encima de estas líneas. Le tocó el número 9...

Ella declaró que no había matado a ninguna prisionera nunca, y que simplemente se dedicaba a cumplir órdenes de su superiora. Eso si, en ningún momento negó ser una simpatizante nazi de tomo y lomo, o de "toma y loma" en este caso, y reconoció haber cantado varios temas relacionados con el nazismo, cuando paseaba controlando el "cotarro", en los 3 campos de exterminios donde estuvo. Todo lo demás lo negó, pero afortunadamente el tribunal no le creyó a la vista de las pruebas...

Irma Grese fue condenada a morir en la horca, cuando tan solo contaba con 22 años de edad. Se convertía de este modo, en la mujer más joven de la historia en ser condenada a muerte, al menos durante el siglo XX.

"Solo" pudo matar durante 3 años, pero dejó un auténtico reguero de cadáveres a su paso, un reguero de personas torturadas, mutiladas, maltratadas, vilipendiadas, y todos los verbos que queramos añadir. Una asesina digna de ser considerada como la maldad en persona, y sin duda una de las peores de todos los tiempos.

Irma Grese fue ejecutada el 13 de diciembre de 1945, en la prisión alemana de Hamelín.

Albert Pierrepoint fue el afortunado de darle muerte a este monstruo, y antes de pegar la correspondiente patada al lugar donde tenía puestos sus pies, tuvo que escuchar de la bonita boca de Irma "¡Schnell!", que quiere decir algo así como "¡hazlo rápido!". Albert golpeó mediante puntapié la silla que soportaba el peso de Irma, y esta quedó colgando, y falleció en el acto.

Su asquerosa vida, había desaparecido para siempre, y sus víctimas allá donde estuvieran, pudieron por fin celebrar la muerte de esta canalla, que sin duda, de existir el infierno, tenía reservado un lugar el cual ahora mismo debe estar ocupando.

Una muy muy mala mujer, malísima persona.

Imagen real de la muerte de Grese

Su cuerpo fue descuartizado e incinerado posteriormente, y sus cenizas fueron arrojadas a un desagüe junto a heces humanas.

Sin duda tuvo un final totalmente merecido, y desde que nació debió ser arrojada a ese desagüe.

Ahora os preguntamos, está justificada la pena de muerte?, como mínimo en este caso me imagino que pensaréis que si, o no?.

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